LOS
OBREROS DE LA TORRE DE BABEL
Durante
años esperamos aquí arriba, ateridos, sedientos y hambrientos. Muy de vez en
cuando, cada vez más espaciadamente, llega algún portador con la vasija de agua
casi vacía, algún mendrugo duro como piedra, o alguno otro con una carga, si acaso,
de dos o tres ladrillos de adobe. Nos sorprendemos, porque apenas si entienden ya
lo que decimos, como si hablaran otras lenguas.
PIETER BRUEGEL EL VIEJO: LA TORRE DE BABEL
No hay comentarios:
Publicar un comentario